La gastronomía del Alto Guadalquivir está ligada al sabor de nuestra  sierra, campiña y vega, junto a las raíces árabes, cristianas y judías, que se plasman a lo largo de los siglos en nuestros platos, inspirados en las tradiciones y enriquecidos por los productos que nos proporcionan estas tierras. Además, como cada vez estamos más concienciados en comer de forma saludable, se están utilizando productos ecológicos para realizar sabrosos platos y de alta calidad, cuya base es nuestro aceite de oliva virgen extra, que cuenta con la  denominación de Origen Montoro‑Adamuz.

 

Nuestra zona se encuentra íntimamente ligada a su riqueza cinegética, gracias  al Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro y su entorno, en el que viven abundantes especies como el jabalí, el ciervo, el conejo, la perdiz, etc. A esto hay que añadir el aprovechamiento de los productos derivados de la ganadería: cerdos, ovejas, vacas, etc. No podemos olvidar que también este paraje natural nos ofrece una rica variedad de especies botánicas, además de la producción de miel artesanal de una alta calidad.

 

PRODUCTOS DE LA TIERRA

Siguiendo la dieta mediterránea, nuestra cocina tradicional toma los sabores y aromas de los productos del campo, que permiten preparar platos populares a partir de níscalos, faisanes, collejas, vinagreras, cardillos, espárragos, alcachofas, pimientos, legumbres,…, cocinados a la brasa, a la plancha, guisados, salteados, al vapor, asados, en tortilla, revueltos, o con simple aliño, etc.

 

PATATA RELLENA

La llegada de nuevos productos traídos de América propició la invención de numerosos y novedosos platos, entre ellos, la patata rellena originaria del pueblo de Bujalance.

Con la visita del rey Alfonso XIII a este municipio, este plato cobró popularidad, y desde entonces goza de gran importancia en el recetario cordobés y andaluz. Se elabora con patatas, carne picada de cerdo, huevo, ajo, perejil, vino blanco y pan rallado.

Otros platos típicos en el Alto Guadalquivir Cordobés son los flamenquines, los crespines, los torpedos, las croquetas caseras y los mejillones rellenos.

CHOLONDROS

Los cholondros es un plato típico de la localidad de Bujalance, que destaca por la calidad de sus ingredientes, entre los que sobresale el aceite de oliva de la tierra, que tiene un papel primordial en su elaboración. Se prepara con trozos de lomo cortados irregularmente, con salsa de almendras y acompañados con patatas.

Gracias a nuestra riqueza cinegética también podemos encontrar en nuestros restaurantes sabrosos platos de lechón ibérico, carne de monte, choto, etc.

SALMOREJO

Su predecesora es la Mazamorra, una receta muy parecida que era alimento básico para las tropas romanas. Sin embargo, a lo largo de los siglos y gracias a la llegada del tomate, se ha ido transformando en una crema más ligera, nutritiva y refrescante convirtiéndose en un fenómeno gastronómico.
Su secreto es escoger un buen aceite de oliva virgen extra y productos de la tierra como son el tomate y el pimiento verde. Se sirve en frío y se le puede adicionar huevo cocido y tiras de jamón.
En nuestros restaurantes también pueden degustarse platos como el gazpacho, ajo blanco y salmorejo blanco.

MAZAPAN DE MONTORO

Importado en el año 1.950 por el riojano D. Vicente Torre Campo y su mujer, desde el pueblo de Soto de Cameros.  Era un dulce típico navideño de la región, que únicamente se fabricaba y consumía allí, de ahí la denominación actual de este producto: mazapán tipo Soto, considerado el mazapán más jugoso y tierno del mundo.

Actualmente se comercializa con la marca “La Logroñesa” y su fama se ha extendido fuera de Andalucía, haciéndose hueco en el mercado gracias a su calidad.

Su fórmula permanece inalterable desde 1.953, siendo su mayor ingrediente la almendra. La adhesión a Lándaluz avala la calidad del producto y le otorga la distinción como empresa actual y moderna, adaptada a las más exigentes condiciones del mercado.

Otros dulces típicos de la comarca son el cuajao, el pastel cordobés, los roscos de San Antonio, los almendrados, los pestiños, las gachas y el pan de higo, cuyo ingrediente común es el exquisito aceite de oliva virgen extra de nuestra comarca.